Después de la visita de mis aitas, volvimos a la rutina panameña. Trabajando entre semana y haciendo alguna que otra escapada los fines de semana, nada interesante.
Estando en plena época de lluvia está más complicado poder pasar el fin de semana por ahí; el tiempo se vuelve muy impredecible y si por ejemplo te pilla un buen aguacero con las tiendas de campaña cutrecillas que tenemos, la verdad es que estás un poco jodido.
Cayó un bañito pequeño en Malibú, a una hora y media o dos de la ciudad. No es una mala opción, el día que fuimos apenas había mar y salía una olita. Por lo que me dijeron, semanas atrás dio unos baños cojonudos. Es una desembocadura de río, salen tanto izquierdas como derechas. Este día en concreto había medio metrillo escaso y olas rápidas. Detrás de la playa hay una especie de lago. Al parecer en esa zona hay algún que otro cocodrilo, da un poco mal rollo pensar en ello mientras estás en el agua, pero bueno, lo mismo que con los tiburones...