Estas navidades volví a casa, como el turrón. Once meses fuera de casa, mi récord hasta el momento. Únicamente volví para unos ocho días, por lo que tocaba aprovechar el tiempo lo máximo posible.
Qué alegría volver y estar con la familia y amigos, surfear en casa, comer como un auténtico animal... Fuera se vive muy bien, pero como en casa, en ningún sitio.
Traté de surfear todo lo que pude. Una de mis neskas preferidas me esperaba impaciente en la habitación, sus 9 pies de largo me habían echado de menos (yo también a ella, :-)).