En julio les tocó visitarme a mis aitas. Qué alegría volver a ver a la familia después de tanto tiempo, ¡cagoenlamar! Ya conocieron Panamá el año pasado, así que tocó cambiar de rumbo. Esta vez nos dirigimos al norte, a Costa Rica.
Las espectativas eran más bien altas. Yo ya conocía la parte del Caribe, Puerto Viejo concretamente (ver LINK), pero esta vez nos dirigimos a la parte del Pacífico.
Decidimos cruzar el coche por aquello de tener más libertad y poder ir del tirón desde la Ciudad de Panamá. Los trámites son un poco coñazo, pero finalmente mereció la pena.