Llegaron los carnavales a Panamá y aprovechamos el puente para escapar hasta Santa Catalina. Aquí el carnaval se vive de otra forma, la gente no se disfraza, los capitalinos acuden en masa al interior del país y lo celebran pasando el día en la calle, con música y guaro (alcohol), todo esto mientras camiones cisterna los refrescan para sofocar los habituales 30º.
No era el plan que buscábamos, así que pusimos rumbo a Santa Catalina para surfear y desconectar un poco. Es un sitio muy tranquilo, aunque en fechas específicas va bastante gente, se respira una tranquilidad muy agradable.
Como comenté en su día en la entrada de Santa Catalina, en el pueblo hay dos playas: El Estero y Playa Santa Catalina. Además de eso, hay bares, hostels y negocios de buceo/turismo que viven de llevar a los turistas a conocer Coiba. Es pequeño el pueblo, lo cual hace que sea aún más acogedor.