Bocas del Toro: Isla Colón.

Hace unos meses, en carnavales, volví a uno de mis destinos preferidos en Panamá: Bocas del Toro. Situada al noroeste del país, la provincia de Bocas del Toro colinda con la comarca indígena de Ngäbe-Buglé al este, Chiriquí al sur y Costa Rica al oeste. 

Cuenta la leyenda que el último cacique que habitó la región era conocido como "Boka Toro", aunque hay quien dice que fue Colón quien bautizó la zona como Bocas del Toro al descubrir en una de sus muchas travesías por la zona, una roca con forma de toro acostado y boca abierta.

En cualquier caso, hoy en día este paraíso caribeño es una parada obligatoria cuando se visita Panamá.

Hay diferentes formas de llegar a las islas desde la ciudad: 

La más económica es ir en bus. Toma como 10h llegar hasta el pueblo de Almirante, que es donde se coge el bote que cruza a las diferentes islas. Es un bus nocturno no demasiado cómodo y con el aire acondicionado demasiado fuerte.

Otra forma más rápida pero costosa sería ir en avión. Únicamente hay una aerolínea que llega a Isla Colón desde la ciudad de Panamá, sería con Air Panamá. El ticket de ida y vuelta sale alrededor de 210$, se tarda 1h y los horarios son bastante buenos. Si mal no recuerdo por cada tabla cobran 20$.

  

También se puede ir en carro por supuesto, aunque las carreteras no son demasiado buenas, están mal iluminadas y una vez en el puerto, hay que dejar el carro estacionado en algún lugar de pago o cruzarlo a la isla principal, Colón, en un ferry que toma como 2h. Una vez en la isla, a menos que sea 4x4 no es demasiado práctico.

Lo bueno de llegar tan temprano son los amaneceres que ves al pisar tierra. Se te olvidan rápido las 10 horas previas metido en el congelador rodante.

La mejor época para visitar la zona sin duda es a partir de finales de diciembre, cuando comienza el verano o época seca en Panamá. Si bien es cierto que el Caribe es mucho más impredecible en cuanto al clima, es a partir de finales de año cuando el sol está más asegurado en las islas. Y las olas. Sí, a partir de enero también empiezan a entrar los primeros swells.

En este viaje en concreto no tuvimos demasiada suerte con las olas. Poco swell, mal viento... Así que tocó disfrutar de las islas de otra forma.

Eso es todo por hoy.

¡Salud y buenas olas!