Urtarrila - Enero.

Se acabaron las vacaciones en Bilbo y tocó volver a mi otra casa. Fueron raros los primeros días, volver al calor, la humedad, el ruido... Pero en chancletas y bañador estas cosas se llevan mejor :-)

Aprovechando que había gente nueva en el grupo tocó repetir excursiones pasadas. Siempre es un placer volver a San Blas. Ya van cinco veces si no me equivoco, y sigue sin defraudar. Esta vez nos tocó algo de viento y mala mar, pero mereció la pena el viaje sin duda.

Creo que ya comenté en otra entrada que tenemos un contacto allí, un kuna. Siempre que vamos, lo hacemos todo con él, es un buen tipo y nos ha tratado muy bien siempre. El plan suele ser ir a una isla sin gente ni electricidad, para hacer la experiencia aún más auténtica. Además hacemos una parada en una de las islas más pobladas, para ver cómo viven ellos. Muy curioso para quien llega por primera vez sin duda.

Repetimos isla, volvimos a nuestra querida Isla Virgen, como la llama nuestro amigo kuna, aunque sabemos que no es su nombre, yo creo que la primera vez que le dijimos que queríamos una isla sin gente, bautizó esta de esa forma para convencernos más si cabe. De virgen ya no le queda tanto, si antes había una chabola de una familia que a veces estaba y a veces no, ahora ya hay una casita de un guiri que lleva un negocio de kite. 

Daban más mar que la otra vez que surfeé, así que me llevé a mi neska preferida

Un lujazo de sitio la verdad. Y sale bien barato, por unos 100$ por persona haces todo el fin de semana, incluyendo un 4x4 de alquiler. Merece la pena con tal de desconectar un poco del bullicio de la ciudad.

Hay islas de todo tipo: grandes, pequeñas, pobladas, desiertas, sin palmeras, con palmeras... En la excursión del domingo pedimos al kuna que nos llevase a una isla que queda al lado de una ola. La misma que surfeé la otra vez, pero en aquella ocasión el resto del grupo hizo snorkel en la zona, esta vez prefirieron quedarse en la isla de al lado y explorar mientras yo me daba un bañito.

Fue un baño... complicado. La ola está en medio de la nada, hay un arrecife de coral que hace que la ola rompa, y ya, después no hay nada. La mar estaba bastante picada, soplaba bastante el viento y las series que llegaban venían cruzadísimas, nada que ver con el anterior baño aquí. Llegaban series desfasadas en una dirección y al de diez minutos llegaban desde otra. En fin, estuve unos cuarenta minutos en el agua creo, se vinieron varios kunas a verme surfear así que cuando pillaba una les pedía que me llevasen de vuelta al pico, así, en plan pro :-)

Agarré una ola que me dejó en medio del coral. Esa fue la señal para llamar a mis amigos y que me llevasen de vuelta a la playa.

Esta isla es de las grandes, de las que tienen hasta baño y una especie de bar. Era bastante tranquila la verdad, tardamos como veinte minutos en rodearla. Si se va poca gente yo creo que no es mala opción. En esta había tanto cabañas como zona para acampar, una red de volley...

 Ojo a la bandera kuna, más de uno queda confundido al verla. Normal

Ya de vuelta en la ciudad, no hay demasiadas cosas para hacer la verdad. Al final uno siempre acaba yendo a los mismos sitios y haciendo las mismas cosas. Sin embargo hay visitas que son obligadas: el mercado de mariscos, el casco... Son cosas que no puede uno perderse.

 Una de las calles que conecta la popular 5 de Mayo y el Casco. No recomendable pasar por aquí de noche...

 

Corvina, el pescado más típico, patacones/patatas fritas y ensalada: 10-12$

 Hay unos rincones espectaculares en el Casco

Una excursión curiosa: Cementerio americano militar

Otra de esas que repites de vez en cuando: Parque Summit

Vistas desde lo alto del Parque. En una de esas moles vivo yo

 Aquí se lleva mucho lo de ir a que te limpien el coche y comer algo de mientras, en el mismo establecimiento

PTY

Enero dio para bastante más la verdad. Estuvo el Txapela Eguna, excursión al monte, Gamboa... Eran demasiadas fotos para una sola entrada. Intentaré actualizar pronto.

Mientras tanto: ¡Salud y buenas olas!